Los titulados en ciencias e ingeniería que transformarán el mercado
La migración de las empresas a la economía digital requiere graduados universitarios en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas
Las carreras con mayor tasa de empleo
Turismo y Forestales son las carreras con peores salidas.

El futuro de las empresas pasa por saber lo que quiere el consumidor antes de que él lo sepa. Es lo que se llama comportamiento predictivo, una metodología que a partir de los algoritmos de las redes sociales rastrea las preferencias del usuario e identifica lo que puede necesitar. La migración de las empresas a este nuevo escenario de la economía digital requiere de los llamados STEM (siglas en inglés de Science, Technology, Engineering and Mathematics), titulados universitarios en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.

A partir de hoy, la posibilidad de que un banco con problemas sea rescatado con dinero público se convierte en una opción algo menos recurrente de lo que lo fue durante la última crisis financiera. Al menos, esa es la intención final de la Unión Bancaria Europea, cuyo primer pilar, el Mecanismo Único de Supervisión (MUS), comienza a funcionar este martes.
Berkshire Hathaway, el conglomerado de inversión creado por Warren Buffett, sigue ampliando su cartera de compañías “made in USA”. Ahora el oráculo de Omaha adquiere el fabricante de pilas Duracell, en una operación valorada en 6.400 millones de dólares. La compañía está controlada por la multinacional de consumo Procter & Gamble, donde el magnate es actualmente uno de los principales accionistas. Buffett se compromete a recapitalizarla.
Buena parte del negocio de las filiales españolas de las grandes tecnológicas estadounidenses escapó al fisco otro ejercicio más. Las complejas estrategias societarias diseñadas por sus ejércitos de asesores y las grietas en el muro de la fiscalidad internacional les permiten encoger legalmente su tributación. Los ocho gigantes (Apple, Yahoo, Amazon, Twitter, Microsoft, Ebay, Google y Facebook), pagaron en 2013 a la Agencia Tributaria solo por una pequeña porción de las ganancias generadas en España. El resto resulta imposible de calcular por la opacidad con que operan estos grupos.
Por si alguien tenía alguna duda, la brutal crisis financiera de los últimos años no ha servido para nada en cuanto a prácticas de riesgo financiero se refiere. Es cierto que tras la caída de Lehman Brothers, los gobiernos pusieron en marcha una carrera (o más bien paseo, dado lo que están tardando en aplicarlas) por cambiar las reglas que habían permitido a los bancos asumir riesgos descontrolados. Pero ese celo regulatorio que ha caído sobre los bancos tradicionales no ha servido para mitigar el riesgo de colapso financiero mundial. Solo lo ha trasladado. Incluso lo ha multiplicado, como advierte también nada menos que el Fondo Monetario Internacional.
Ignacio Ariño (Barcelona, 1973) intentaba, durante su doctorado en Física, medir una simetría entre partículas y antipartículas. Era 2001 y repartía su tiempo entre la Universidad de Barcelona y Hamburgo, donde también trabajaba en un acelerador de partículas. Se había sumergido en la física experimental, entre “cables, aparatos electrónicos y análisis de datos”, cansado del “papel y el lápiz” de la física teórica. Pero Ignacio Ariño ya no se dedica a la física. Ahora es un quant (abreviatura de analista cuantitativo) en un gran banco, uno de esos científicos metidos a financieros que tratan de comprender cómo se comportan los mercados: analizan el riesgo, controlan fondos de inversión o están implicados en el high frecuency trading, que realiza, mediante potentes ordenadores, infinidad de operaciones bursátiles en milésimas de segundo. “Pocos de mis compañeros de generación han conseguido plaza fija en su rama”, justifica. Las finanzas le dan la oportunidad de aplicar sus conocimientos y ganarse la vida dignamente, ante la precaria situación de los científicos.
La joya de la corona petrolífera en México se llama Chicontepec. Una región de 3.800 kilómetros cuadrados en el norte de los estados de Veracruz y Puebla cuyo subsuelo alberga el 40% de las reservas de hidrocarburos del país. Tras la aprobación de la reforma energética, que permite por primera vez en 76 años la inversión privada en la industria petrolera de México, esta zona estará disponible casi en su totalidad para la instalación de compañías privadas en su suelo. De los 169 campos energéticos que la Secretaría de Energía de México ofrecerá a los nuevos participantes de la industria a partir del próximo año, 90 están localizados allí.