La moda de comprar aire embotellado en Pekín
Un trillón de toneladas de acero para construir la Estrella de la Muerte
Ferrovial hace un ejercicio de "ingeniería-ficción" para analizar el coste de ensamblar la gran arma del Imperio Galáctico en La Guerra de las Galaxias
La Fuerza de ‘Star Wars’ quiere romper la taquilla
Ni el Imperio Galáctico ni Darth Vader han sacado a concurso la construcción de la Estrella de la Muerte. Pero Ferrovial ya ha empezado a documentarse por si hay que presentar algún proyecto. Según puede leerse en su blog, en un ejercicio de “Ingeniería-ficción” y con el post ¿Cómo construiríamos hoy la Estrella de la Muerte?, la constructora ofrece las cifras que unos investigadores de la Universidad de Luisiana y unos estudiantes de la Universidad de Lehigh, en Pensilvania. Harían falta un trillón de toneladas de acero para armarla.
Si se tiene en cuenta el precio de este material en el año en que se hicieron los cálculos, el coste total de la obra ascendería a 852.000 billones de dólares (650.000 billones de euros usando el cambio de 2012 o 786.000 billones con el cambio actual). Hay que tener en cuenta que Ferrovial en su blog no contempla modificaciones del proyecto original ni los sobrecostes que pudiera haber.
Para hacer los cálculos se toma la primera Estrella de la Muerte, la que aparece en la primera de las siete películas de la saga de La guerra de las galaxias, Una nueva esperanza. Era una estación completamente esférica. Usar como referencia la segunda Estrella de la Muerte -la que el Imperio trata de ultimar en El Retorno del Jedi bajo la supervisíon personal del emperador- podría complicar los cálculos, puesto que es una esfera incompleta.
El primer acuerdo global para luchar contra el cambio climático es alcanzado en París
El pacto de París representa el primer esfuerzo mundial por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero durante la próxima década.
LE BOURGET, FRANCIA— Un histórico acuerdo mundial para combatir el cambio climático ha sido adoptado aquí, en las afueras de París. Con la ayuda de 186 planes nacionales para reducir la polución por gases de efecto invernadero, los negociadores de 196 países, grandes y pequeños, ricos y pobres, se unieron para emitir un nuevo acuerdo climático que podría cambiar el mundo o, para usar las palabras contenidas en el preámbulo del acuerdo, a la “Madre Tierra” (también conocida como los suelos, los mares, los cielos y la vida en este planeta).
El nuevo Acuerdo de París declara la ambición de mantener el aumento global de las temperaturas a un máximo de 1,5 grados Celsius si es posible, hace un llamado a un balance entre la contaminación con gases de efecto invernadero y las emisiones de gases de efecto invernadero después del 2050, implementa ciclos de 5 años para hacer revisiones de los planes nacionales y las acciones por comenzar pronto y el seguimiento de esas acciones, y confirma la inversión de al menos $100.000 millones por año para ayudar a los países más afectados por los cambios del clima. También hace un llamado a los científicos para que calculen cómo exactamente podría el mundo mantenerse en 1,5 grados Celsius, dado que las temperaturas para el 2015 ya han subido un grado Celsius, –el año más caliente jamás antes registrado–. La contaminación por gases de efecto invernadero debe llegar a su punto máximo “lo más pronto posible”, dice el pacto. El primer “inventario” global oficial de esfuerzos para concretar todas estas ambiciones del Pacto de París se llevará a cabo en 2023.
EE UU se adelanta en la carrera para exprimir la riqueza de los asteroides
El Congreso aprueba una ley que permite la minería en los objetos espaciales a pesar de los tratados internacionales que podrían impedirlo
Preparados para la fiebre del platino interplanetario.
¿De quién son los asteroides que viajan por el espacio? ¿Se pueden asaltar con la intención de lucrarse? ¿Va a convertirse el Sistema Solar en el nuevo territorio a colonizar para explotar sus recursos, como sucediera con América, África y Asia siglos atrás? Estas preguntas están ahora mismo encima de la mesa del presidente de EE UU, Barack Obama, y la respuesta va a llegar más pronto que tarde. Los legisladores estadounidenses de ambos partidos han logrado ponerse de acuerdo en una normativa —la SPACE Act— que, entre otras cosas, permite que los ciudadanos de aquel país extraigan los recursos espaciales que les plazca para su beneficio. Aprovechando un discutible vacío legal, y si Obama firma el texto, las compañías de minería de asteroides tendrán derecho a quedarse con las riquezas del espacio que, hasta ahora, no eran de nadie.
El presidente de una de las empresas beneficiadas compara esta ley con la que lanzó la fiebre del oro en el siglo XIX
"Un ciudadano de los Estados Unidos", dice la norma, "tendrá derecho a los recursos obtenidos de un asteroide o el espacio, incluyendo poseer, apropiar, transportar, usar y vender este recurso de conformidad con las leyes aplicables, incluyendo las obligaciones internacionales de los Estados Unidos". En el último tramo de la frase está el meollo legal; los congresistas se cubren las espaldas, pero no se resuelve la gran duda que afecta al Tratado sobre el espacio ultraterrestre, de 1967.
Este acuerdo, impulsado por Naciones Unidas y ratificado por EE UU, defiende que "la Luna y otros cuerpos celestes no podrán ser objeto de apropiación nacional por reivindicación de soberanía, uso u ocupación, ni de ninguna otra manera". Los defensores de la minería privada de asteroides aseguran que este texto de derecho internacional solo se refiere a las naciones, no a las compañías privadas, que no reclamarían la propiedad de los cuerpos celestes en sí sino de los recursos extraídos, según la SPACE Act recién aprobada.
El día en que WhatsApp y wifi acabarán con la telefonía
Las llamadas por Internet y las redes inalámbricas revolucionan los hábitos de los usuarios y las cuentas de las operadoras.
EE.UU. Niveles récord de dinero en efectivo ingresan a Estados Unidos
Las empresas extranjeras están invirtiendo en Estados Unidos. Las mayores inversiones son en industrias químicas, manufacturera.
Por Patrick Gillespie, CNNMoney
0838 ET (1338 GMT) 4 noviembre, 2015
200.000 mil millones de dólares llegaron a EE.UU. por inversión extranjera en el primer semestre de 2015
Empresas extranjeras llegan a EE.UU., pero se reubican en el exterior para no pagar impuestos
Alrededor del 77% del dinero que fluyó a Estados Unidos provino de Luxemburgo
(CNNMoney) - Una cantidad histórica de dinero en efectivo está entrando a Estados Unidos.
La inversión extranjera directa en Estados Unidos alcanzó los 200.000 millones de dólares en el primer semestre de 2015, un máximo récord, según un informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Es una señal de que los inversionistas globales son optimistas acerca de la economía de Estados Unidos en un momento en el que el resto de la economía mundial sufre una desaceleración.
Sin embargo, el origen de una gran parte del dinero puede ser rastreado a entidades extranjeras que están comprando a empresas estadounidenses. Muchas de estas empresas se reubican luego en el extranjero para eludir los altos impuestos corporativos en Estados Unidos.
“Estos flujos fueron impulsados no solo por el mejor desempeño económico de Estados Unidos, sino también por las fusiones y adquisiciones transfronterizas diseñadas para reducir las obligaciones fiscales de las empresas estadounidenses”, dijo la OCDE en su informe.
Cómo analizar lo que la mente humana no puede
Integrar el 'big data' en las empresas es clave. Formar a la plantilla ayuda a que todos los departamentos se involucren con los datos
¿Es tu empresa un lugar excelente para trabajar?
El big data está de moda. Arrasa en el mundo de los negocios y ninguna empresa quiere quedarse fuera. El término no se refiere únicamente a una herramienta informática capaz de procesar ingentes cantidades de datos para sacar ventaja a compañías de la competencia. La salvación de los neófitos digitales no es contratar a un ingeniero que ponga a funcionar un programa que analice lo que la mente humana no puede hacer. El proceso es más complejo y requiere la transformación de la empresa en su conjunto.
“Para que una compañía sea competente en este ámbito no basta con fichar a expertos en datos –matemáticos, estadísticos o ingenieros de datos-, hay que formar al conjunto de la plantilla para que todos los departamentos entiendan qué es el big data y cómo puede optimizar los resultados”, señala Juan José Casado, director académico del Master in Business Analytics & Big Data del Instituto de Empresa (IE).
El FMI vuelve a rebajar el crecimiento de Bolivia
La proyección del organismo internacional baja del 4,4% al 4,·%, su cálculo del último trimestre. La Cepal también limitó la expansión al 4,4%
De acuerdo con el informe 'Perspectivas Económicas Globales del Fondo Monetario Internacional (FMI)', la economía de Bolivia cerrará esta gestión con un crecimiento del 4,4%, mientras que para el próximo año, está no superará el 3,5%.
Moody's se equivoca (a veces) y llega tarde (casi siempre)
Las agencias de calificación son el blanco de las críticas por sus errores pasados.
De acuerdo con el gran Dictionary of Slang de Jonathan Green, moody es sinónimo de "ilícito, inseguro, falso". En los tiempos que corren, y con las agencias de calificación estadounidenses en el ojo del huracán, no es extraño que nombres como Moody's o Standard & Poor's (literalmente, "estándar y pobre") sean pasto de comentarios irónicos, más cuando alguna de sus recomendaciones -específicamente en el mercado de deuda pública, pero también en el caso de algunas empresas- terminan en rotundos fracasos, cuenta John Lanchester en su estupendo Huy! Por qué todo el mundo debe a todo el mundo y nadie puede pagar. El caso es que en el mundo hay unas 170 agencias, pero las citadas Moody's -que hoy ha rebajado la nota de España-, Standard & Poor's y Fitch tienen una cuota del mercado del 94%: esa posición de dominio y el hecho de que varios bancos centrales y reguladores financieros exijan sus calificaciones les ha permitido elevar sus precios notablemente en pleno huracán.
Las agencias de calificación existen básicamente para combatir los problemas de información asimétrica: es decir, ayudan a los inversores a impedir que los ejecutivos de bancos y empresas o los ministros de Finanzas intenten confundirlos. El problema es que en las últimas crisis no son capaces de acertar, de anticipar apenas nada. En la crisis asiática de 1997 -y en sus posteriores réplicas en América Latina: rebajaron el rating de Venezuela unas horas después de que el país caribeño suspendiera pagos- no advirtieron la comprometida situación de economías extraordinariamente activas en los mercados internacionales de emisiones de deuda, según el economista Antonio Torrero. Pero fue la quiebra de Enron la que mostró al rey desnudo: las principales agencias le dieron la triple A -la máxima calificación de solvencia, que supone que la posibilidad de suspender pagos es infinitesimal-, y a raíz de ese episodio, que acabó en una sonora quiebra de una de las mayores empresas del mundo, empezaron a ser supervisadas por la SEC. De eso hace casi 10 años.