El ‘boom’ de Wall Street, ¿la próxima burbuja?

La Bolsa de EE UU, impulsada sobre todo por las tecnológicas, alcanza máximos históricos, pero los analistas alertan sobre una posible corrección

 

Un 'broker', con una gorra que celebra el récord de 22.000 puntos del Dow Jones, al cierre de la jornada en la Bolsa de Nueva York el 2 de agosto. Drew Angerer (FP) | EPV Wall Street tuvo que esperar un cuarto de siglo para recuperar el nivel perdido en el crash del 29. La gran recesión, sin embargo, solo necesitó un lustro para que el Dow Jones volviera al máximo alcanzado en 2007.

El Dow Jones cierra por primera vez por encima de los 22.000 puntos
Facebook gana un 71% más en el segundo trimestre
Google reduce el beneficio trimestral un 28% por la multa de Bruselas
Microsoft mejora un 26% el beneficio anual
Netflix gana más pese a la creciente competencia.

Desde 2009, el índice de referencia de la Bolsa de Nueva York encadena más de ocho años de subidas consecutivas; y esta semana alcanzó su máximo histórico al superar la barrera de los 22.000 puntos. Hasta el presidente Donald Trump celebró la euforia bursátil –reprochando a la prensa, eso sí, no prestarle demasiada atención-. Mientras los mercados baten récords, los analistas empiezan a preguntarse hasta dónde llegará esta carrera. Y, sobre todo, qué pasará cuando toque techo.

¿Vive la Bolsa estadounidense una nueva burbuja? “Cada nuevo máximo aumenta el riesgo de una fuerte corrección en los mercados. Y más aún si tenemos en cuenta que el ciclo empresarial ya está muy maduro. Será difícil cumplir las actuales expectativas de rendimientos”, sintetiza Carsten Brzeski, economista jefe de ING Alemania

 

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El analista Juan Ignacio Crespo pone algunos matices -“Para empezar, solo se puede hablar de burbuja una vez que ha estallado”, responde socarrón-. Pero admite que sí ve elementos que hacen pensar en un sobrecalentamiento. Sobre todo, en un reducido grupo de tecnológicas que se han dado en llamar FAANG, es decir, Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google.

Un buen ejemplo lo ofrece el S&P. Desde sus mínimos de 2009, este índice ha crecido cerca de un 270%, lo que supone un aumento de capitalización de 3,5 billones de dólares. Pero la distribución es muy desigual: de este aumento bursátil, 1,5 billones corresponden solo a seis compañías tecnológicas, según datos que maneja Cresp. Las cinco grandes –Apple, Alphabet/Google, Amazon, Facebook y Microsoft- superaron este mes la barrera de tres billones de capitalización conjunta, según Google Finance.

La capitalización de Apple, cercana a 830.000 millones de dólares, experimentó este miércoles un fortísimo empujón después de que la empresa de Cupertino anunciara unos excelentes resultados. Ese día, su capitalización aumentó cerca del valor total de 400 de las 500 empresas del S&P. “Más que una burbuja en la Bolsa, yo diría que hay una burbuja en las tecnológicas”, concluye Crespo, asesor del fondo Multiciclos Global Renta 4.

Algunos analistas ven ciertos paralelismos con la burbuja puntocom que explotó en 2000. El economista jefe de ING admite ciertos parecidos, pero resalta también las diferencias. “Los líderes del sector digital tienen ahora una posición de mercado mucho más amplia y estructurada que a finales de los noventa. Además, es muy poco probable que los bancos centrales vayan a contribuir a pinchar la burbuja, como hicieron entonces. Pese a todo, la experiencia de las últimas décadas nos muestra que los campeones de hoy no son necesariamente lo de mañana”, concluye Brzeski.

Apple ganó en Bolsa este miércoles el valor de 400 de las 500 firmas del S&P

Pese a la incapacidad de saber qué va a pasar mañana, los síntomas de fin de ciclo se acumulan. Una reciente encuesta de Bloomberg revelaba que la mayoría de gestores de fondos cree que las subidas en la Bolsa estadounidense están llegando a su fin. Y los altísimos niveles de liquidez en el mercado también hacen sonar las alarmas.

Hace tiempo que EE UU discute sobre el sobrecalentamiento dos mercado. Después de comprar 120 millones de acciones de Apple, el inversor supermillonario Warren Buffett negó en febrero que el mercado hubiera entrado en “territorio de burbuja”, pero admitió que la Bolsa de Nueva York podría desplomarse al día siguiente un 20% sin suponer una sorpresa mayúscula.

Greenspan negó la existencia de una burbuja en la Bolsa, pero sí en la deuda

Greenspan apunta a la deuda
También intervino en el debate esta semana el expresidente de la Reserva Federal Alan Greenspan. El hombre al que muchos responsabilizan de la crisis por su resistencia a regular los productos financieros y la laxitud de su política monetaria negó la existencia de una burbuja en la Bolsa, y pidió a los economistas que se dejaran de preocupar por los mercados de renta variable para apuntar en otra dirección: el mercado de deuda.

“Los tipos de interés reales a largo plazo están en un nivel demasiado bajo, y por lo tanto insostenible. Cuando suban, es probable que lo harán rápidamente. Estamos experimentando una burbuja, pero no en la Bolsa sino en los precios de los bonos, algo que el mercado aún no ha descontado", aseguró Greenspan. Se refería al papel desempeñado en los últimos años por la Reserva Federal, que acumula activos por valor de 4,5 billones de dólares, en su mayoría deuda pública. Antes de la crisis, el balance rondaba un billón. Pero Crespo no está de acuerdo con la posibilidad de una burbuja de la deuda. “Sería la burbuja más larga de la historia, porque comenzó hace 35 años. Creo que en realidad ante lo que estamos es ante una tendencia secular hacia tipos más bajos”, concluye con un toque de humor.

El BCE no ve una sobrevaloración
Los inversores europeos no pueden compartir la euforia de sus colegas al otro lado del Atlántico. Mientras el Dow Jones y el S&P han experimentado subidas espectaculares –en torno al 250% desde los mínimos de 2009-, las Bolsas europeas tienen que conformarse con alzas más modestas. El Eurostoxx ha subido un 91% en ocho años; y el Ibex español cerca del 77% respecto al mínimo de 2012.

En su último boletín económico, el BCE estima en un 40% las subidas en Bolsa de los bancos de la eurozona desde julio de 2016; y en el 20% la de las compañías no financieras. El Eurobanco asegura que el índice que mide la prima por el riesgo en el mercado bursátil no está especialmente baja, "lo que indica que las acciones no están altamente valoradas en relación a la deuda".